El último poema de Blanca Varela o la muerte de un elefante.
Un apunte de lector.
Se sabe que el libro que actualmente circula con la poesía reunida de Blanca Varela, recogida primero por Galaxia Gutenberg bajo el título Donde todo termina abre las alas en 2001 y después por Casa de cuervos y Sur en 2016, fue una obra compuesta por la misma Varela. Ella escogió los poemas de sus libros anteriores, insertó un nuevo poemario, El Falso Teclado, y dispuso el orden. El efecto que logra con esto es que al leer de corrido toda su poesía conmoverá de manera notable cómo el poema colocado al final -que originalmente se publicó en Valses y otras falsas confesiones (INC, 1972)- se refiere tan simple y hondamente a la muerte: "Nadie nos dice cómo… morirnos sencillamente". Y uno se pregunta si diez años antes de morir Varela ya sabía que no iba a poder, o querer, publicar más; y si este poema es acaso algún tipo de despedida. Cabría entonces replicarle, y solo en voz baja: tú sí supiste cómo, Blanca, porque te fuiste cerrando una obra.
Luego, parece claro que con la referencia en el poema de Varela a los elefantes evoca todas esas historias que nos hablan de un animal apartándose de la manada -organizada matriarcalmente- para morir a solas y que provoca en el camino imágenes de profunda impresión y respeto. De dignidad equivalente a la de quien cierra una obra antes de morir, diría tal vez un aventurado lector.
"Nadie nos dice"
Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta
"Nadie nos dice" es el último poema publicado por Blanca Varela (10 de agosto de 1926 - 12 de marzo de 2009).